martes, 16 de agosto de 2016

LU



Mi amigo Lu es un fanático de la lectura. Tanto le gustan los libros que los devora. Pero no lo digo porque lea muy rápido o gran cantidad de ellos, sino porque, literalmente, los devora.
Primero va arrancando las páginas, en riguroso orden eso sí, y luego las va tragando una a una sin mayor dificultad. Cada vez que termina un capítulo descansa, porque dice que hay que saborear cada palabra. Pero en menos de una hora es capaz de “leerse” una novela de 200 páginas
Según él, al tragarse sus páginas interioriza todo lo que el autor ha querido expresar y transmitir y lo hace suyo. El libro pasa a formar parte de él.
El género que más le gusta es el de las novelas de misterio, porque nunca sabe con que nuevo sabor le va a sorprender. También le gustan las novelas de terror, ya que al temblar de miedo sus páginas le hacen cosquillas en el estómago. De postre siempre lee un cuento infantil, para terminar con algo dulce.
El otro día me dijo que tras leer una novela le había entrado un fuerte dolor de barriga.
Normal, pensé para mí. Siempre han existido los malos escritores.

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