martes, 15 de noviembre de 2016

IRA I

No podía creer lo que le acababa de suceder. Desde ese mismo instante se prometió a si mismo que no pararía hasta acabar con la humanidad. Devastaría cada rincón de este planeta hasta convertirlo en una tierra esteril y sin vida. Asolaría pueblos y ciudades, tierra y mar hasta que no quedase nada que salvar. Destruiría otros planetas si fuese necesario. No pararía.
No pararía hasta que su madre le comprase ese coche rojo de juguete.

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